domingo, 13 de noviembre de 2011

“La Familia, Fundamento de la Sociedad"


El Matrimonio.-
Por Pastor Guillermo  Watts R.
El origen del matrimonio se remonta al libro de Génesis:
 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo;  le haré ayuda idónea para él.” Génesis 2:18

 “Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo;  mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán,  y mientras éste dormía,  tomó una de sus costillas,  y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre,  hizo una mujer,  y la trajo al hombre.
Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne;  ésta será llamada Varona,  porque del varón fue tomada.
Por tanto,  dejará el hombre a su padre y a su madre,  y se unirá a su mujer,  y serán una sola carne.”                Génesis 2:20-24

Porque es Dios el diseñador de la familia, el matrimonio surge de la mente de Dios y esto justifica la razón porqué el matrimonio sufre tantos ataques de parte de Satanás.
El matrimonio no debe ser confundido con la mera unión sexual.    El matrimonio es más que eso, es compartir la vida con una persona.   Quiere decir que el ser humano, aun teniendo relaciones sexuales permanece su necesidad de matrimonio.
El mundo ha tratado de contradecir esta realidad imponiendo sustitutos al matrimonio: multiplica las relaciones sin compromiso (esto es fornicación) y aun amando a una persona no formaliza una relación estable y organizada con esa persona.
Algunos dice: ”tendré un hijo(a) para no estar solo(a), pero no me caso”.   En realidad el patrón divino es insustituible, en este caso, los hijos no pueden llenar la necesidad de compañía.
El matrimonio es la única razón en la vida por la cual las personas dejamos a nuestros padres.
“Mejores son dos que uno;  porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren,  el uno levantará a su compañero;  pero  ¡ay del solo!  que cuando cayere,  no habrá segundo que lo levante.
  También si dos durmieren juntos,  se calentarán mutuamente;  mas  ¿cómo se calentará uno solo?
Y si alguno prevaleciere contra uno,  dos le resistirán;  y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” (Eclesiastés 4:9 -12)

Salomón, el sabio, nos menciona algunas ventajas:
-      Hacen un mejor trabajo (y por eso tienen mejor pago) (V9).
-       Se ayudan mutuamente en sus problemas y caídas (V10).
-       Se brindan mutuo calor (V11).
-      Enfrentan la adversidad con mayor fortaleza (V12).

à        La soledad promueve la depresión.
à        Quita los deseos de luchar en la vida.    La vida es una rueda, primero recibimos y luego esa vida cobra sentido si tenemos a alguien a quien dar, a quien dar amor, protección, atención, etc.
Es por eso que el ser humano se siente importante cuando otros esperan y dependen de ti.
à        La soledad promueve el egoísmo, el que la persona se concentre en su propio bienestar personal y en buscar solo su bien.
Por eso al Dios colocar una persona a nuestro lado, con el compromiso de amarla, estaremos  matando el egoísmo para mostrar amor y bondad.
Algunas personas se resisten a amar de esta manera, sin embargo, el que ama es más feliz, cura su corazón del odio, de la indiferencia a la necesidad de los demás, evita que la persona se resienta contra la vida misma. 
En conclusión, el matrimonio es un antídoto contra la soledad y por tanto contra todas sus consecuencias.
Dios siempre será  honrado con una unión de dos (2) personas que se aman.
V.A. “Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios”. (Hebreos 13:4)
La inmoralidad y el adulterio serán juzgados por Dios que lo ve todo.   Pero el matrimonio es honroso, tanto porque glorifica a Dios como por el hecho de que la persona adquiere un grado de honor ante la sociedad, un grado de respeto.
*    Algo más acerca del matrimonio es lo siguiente: El matrimonio es el marco ideal para satisfacer la necesidad humana de abrir su corazón a alguien, hablar de los asuntos más íntimos del corazón; esta es una necesidad inherente al ser humano y que aunque la busque en otros medios en ningún otro lugar la hallará aparte del matrimonio.
 Mas diréis:   ¿Por qué?  Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud,  contra la cual has sido desleal,  siendo ella tu compañera,  y la mujer de tu pacto.”  (Malaquías 2:14)

En el matrimonio se da un voto de confianza a ese compañero (a)  que está a nuestro  confiándole nuestros sentimientos, deseos y aspiraciones.   Por eso es el llamado de Dios a la lealtad en ese pacto.
En matrimonio se comparte la vida de modo que permite la comunicación  de corazón a corazón, nadie se conoce mejor que los cónyuges, y por tanto se espera lealtad en ese pacto.
*    Por último, el matrimonio es un freno a las enfermedades de transmisión sexual y a los hijos huérfanos de padres vivos.
¿Y qué de los preservativos?   Los métodos humanos no resuelven.  El matrimonio, diseñado por Dios, sí frena este mal.
Con relación a los niños huérfanos con padres vivos, nos referimos al hecho de que  es muy probable que el hijo(a) resultante de una relación extramatrimonial NO tendrá una paternidad responsable que le ofrezca cariño, protección y cuidado.
El por esto que el matrimonio es conveniente y provechoso para todos.
Aplicaciones.-
(1)         Para disfrutar planamente las bondades del matrimonio, los cónyuges deben buscar al Señor Jesucristo, de modo que Él sea el Rey y Señor en ese matrimonio.
    El Señor Jesucristo como consejero en un matrimonio conducirá a la pareja a amarse y a unirse de tal modo que una tercera persona no pueda entrar en esa unión.
La base de la lealtad matrimonial o fidelidad matrimonial es el Señor Jesucristo.   El Señor Jesucristo, una vez haya perdonado a una persona, imprime en ese corazón un ardiente deseo por ser fiel de ahí en adelante.
La diferencia entre Jesús y otros métodos para el bienestar de la familia está en el hecho de que Jesucristo transforma el corazón; cualquier método frena el hecho externamente, Jesucristo lo frena en el corazón y promueve el amor entre los cónyuges.



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